


- Tejuelo original. Suponemos que se despegó del libro y extravió.
- Tejuelo que un lector anónimo muy habilidoso se curró, coloreando incluso el fondo imitando el original.
- Reverso del tejuelo casero, que en un alarde de imaginación, resulta ser un sello de correos, con su borde dentadito y todo.
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