Sí, es Anónimo. Bueno, la estatua anónima de Miklós Ligeti, uno de los monumentos más famosos de Budapest, representa la figura misteriosa de un cronista del rey Béla. Si el turista toca la pluma se cumple su deseo. ¡Fíjate cómo brilla!
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Habrá que ir a Budapest a tocar la plumita en cuestión, a ver si es verdad que se cumplen los deseos...y nosotros tanto tiempo pensando que era la monedita en la fuente :-)
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Habrá que ir a Budapest a tocar la plumita en cuestión, a ver si es verdad que se cumplen los deseos...y nosotros tanto tiempo pensando que era la monedita en la fuente :-)
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